Page 32 - Fútbol y globalización
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FÚTBOL Y GLOBALIZACIÓN
32 MEDIOS, MERCADOS E INCLUSIONES
cuitos globales, aumentando su valor local. Piénsese esta relación como una cuerda que es halada
desde sus dos extremos; por un lado, las dinámicas globales y por el otro las locales; la fuerza que
ejerce cada parte es permanente y simultánea.
Aunque la globalización ha dislocado a los Estados nacionales de su lugar tradicional como
poder fáctico en la construcción de la realidad, no es equiparable con su desaparición en el plano
de lo económico-político, al contrario, es el puente entre las cadencias del mercado global y la
sociedad civil; ni en el plano de la imaginación, las personas se siguen pensando como oriundos
de un país, así estén emparentados con muchos. Por ende, aunque los Estados nacionales hayan
perdido la tutoría del fútbol nacional, la imagen de una comunidad nacional coexiste con la idea
de transnacionalidad.
En ese panorama, para pensar los nuevos formatos de tribalización que emergen hoy día,
conviene emplear categorías como la de consumo, principalmente porque permite pensar en la
capacidad que tienen los actores para manipular los productos culturales con los que se relacionan
para conformar nuevas formas de sociabilidad e identidad. Además de ello, posibilita comprender
que, así como las naciones importan signos de consumo futbolístico transnacionales que hacen
mella en la consolidación de comunidades e identidad (trans)locales, también son productoras
de figuras que coexisten, con exigencias de alto rendimiento financiero, en la escena global. De
hecho, “al ser miembros de las culturas que producen esos bienes, el individuo los reclama como
propios y definitorios de su identidad” (Ayora Díaz, 2010, p. 223); es decir, las fuerzan financieras
y mediáticas que desterritorializan el fútbol también agencian su reterritorialización.
Como todos los signos de consumo, las adherencias a los equipos locales y a las selecciones
están colmadas de fuertes cargas de significaciones relacionadas con lo propio. En realidad, cuan-
do los productos locales se globalizan son recubiertos de un valor añadido, “adquieren un gran
valor en el mercado de nicho cultural […] se valoran al ser marcados por su referencia a lo global”
(Bueno Castellanos y Ayora Díaz, 2010, p. 12), como en el caso de las selecciones que cuentan
con jugadores que son parte de los clubes más famosos. Esta situación incita a dejar de pensar en
la identidad, lo local y lo nacional desde el énfasis de la alteridad radical, para situar la mirada en las
relaciones de ida y vuelta que se trazan entre lo global y lo local, o como señala García Canclini
(1995), invita a subrayar los procesos de hibridación y la constitución de identidades translocales
o transnacionales.
Universidad Autónoma de Chiapas