Page 46 - Fútbol y globalización
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FÚTBOL Y GLOBALIZACIÓN
46 MEDIOS, MERCADOS E INCLUSIONES
de los seguidores del deporte, en el caso particular del fútbol, desprendida de los amplios canales
informativos a su disposición en toda clase de plataformas y dispositivos, que no requieren de ese
imaginario ideal donde se colocaba la televisión en el centro de la casa. A través de estos canales,
el fútbol y toda la información derivada de él, se puede observar en cualquier lugar y hora. Sería
fácil señalarlo como una especie de enajenación a la carta.
Esa época permite recordar las concepciones fijas de identidad que hoy se dislocan con
plataformas de comunicación. Las consecuencias negativas están generando una nueva espiral de
la decepción con aquellos que no logran satisfacer ese modelo propuesto de futbolista, actor o
músico. Hablamos de las numerosas familias que, por ejemplo, desean ver en sus hijos a los here-
deros de Messi; pero si no llega ese chico a emular al argentino y ni siquiera es llamado para inte-
grar las fuerzas básicas de algún equipo de primera división, ¿qué estará pasándole a la inteligencia
emocional del chico que ya no será futbolista, y en la escala del ascenso social moderno, tampoco
pudo cursar una carrera universitaria en la otra forma de escala social? Otra consecuencia negativa
es la virtual aparición de un fanatismo en donde el aficionado, en el mejor de los casos, se abstrae
de las actividades próximas de su entorno, para depositar su máxima atención en lo que ocurre en
el fútbol (o en el deporte de su preferencia), con una sobreestimación de los sentidos que agota
sus otras obligaciones como ciudadano (Buford, 1992).
EL ÚLTIMO MINUTO TAMBIÉN TIENE SESENTA SEGUNDOS
A manera de consideraciones finales, decimos lo siguiente. La futbolización del mundo se
acelera cada vez que la plataforma de comunicación eleva sus estándares: máxima cobertura y
toda la flexibilidad para disponer de la información en cualquier aparato con plataforma digital. No
importa que dicho aparato sea pequeño o muy discreto, ni que las personas vayan caminando,
corriendo o volando, la información siempre estará en un escaparate en tiempo real o reservado
con toda la calidad pertinente para que sea historia del orgullo fanático.
La calidad de la cobertura hace prácticamente imposible una eventual caída de su posicio-
namiento; al contrario, será permanente en tanto continúe el poder simbólico del deporte para
subsanar heridas nacionalistas (la venganza de Argentina por la guerra de las Malvinas), compensar
agravios económicos (el triunfo de Grecia en la Eurocopa), restañar la bufa política y hasta con-
solar las microdecepciones ordinarias que van desde los accidentes naturales en la calidad de la
salud, hasta los misteriosos sinsabores de las emociones amorosas del hombre.
Universidad Autónoma de Chiapas