Page 45 - Fútbol y globalización
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LA FUTBOLIZACIÓN DEL MUNDO: ENTRE LA DECEPCIÓN
                                                                POLÍTICA EN EL CAPITALISMO HIPERMODERNO           45






           Lionel Messi o un Cristiano Ronaldo en lugar del político británico. El futbolista entonces es un
           modelo aspiracional frente a modelos de decepciones, entre los que se puede contar a los políti-
           cos, quienes tuvieron cierta culpa para inclinar la balanza con actividades donde solo hay felicidad
           de manera compensatoria. La fiebre consumista del deporte lo confirma y el fútbol no podría esta

           ajeno, porque siempre ha constituido una actividad atractiva con rasgos atávicos, como la guerra
           que reúne virtudes y circunstancias de excepcionalidad y sacrificios extremos.
                El fútbol, en consecuencia, sería un dador de felicidad en el marco de una serie de decep-

           ciones. No se escucha mal. Estaría resuelto: a mayor frustración política, más confianza y virtudes
           se encuentran en los deportistas que, en automático, se quedan con esa nueva responsabilidad
           de ser los ejemplos máximos de la virtud. Esta excepcionalidad del futbolista, que se nota en las
           copas del mundo o en los torneos específicos en donde se juega (las copas continentales y las ligas
           locales), está alimentada por una cultura informativa nunca vista.

                El fútbol no solo es impulsado por medios digitales, entre otros, con permanentes puestas
           en escena de contenidos que están fijos en plataformas gratuitas e infinitamente más legibles y
           flexibles que las antiguas plataformas de comunicación (los periódicos impresos, por ejemplo).

           Los diferentes tipos de información se reúnen en un solo espacio actualmente. La información
           impresa, desplegada en formatos adecuados según las circunstancias, se combina con un material
           audiovisual que es reservorio histórico casi infinito (donde se registra cualquier cantidad de ha-
           zañas futbolísticas y momentos célebres completos) y actualizado permanentemente con lo que

           acontece en el orbe, sin importar las distancias de los escenarios en donde se desenvuelvan los
           partidos.
                Anteriormente, en una época de preglobalización, en México se esperaban con ansia los

           resultados deportivos en programas emitidos por televisión abierta que a media tarde daba la
           información. Dos de ellos eran “DeporTV” y “Acción”; en la actualidad estos programas compiten
           en la búsqueda del rating, porque la ansiedad por los resultados es satisfecha con la creación de
           canales deportivos de 24 horas e información digital que está alojada en la red sin límite de tiem-

           po ni espacio. Por eso el fútbol tiene tanta o más atracción que otros deportes. Cuando menos
           en México son extensos los prólogos dramáticos que anteceden cualquier partido. Las mesas de
           comentarios son extenuantes para estar absolutamente conectados al deporte de tu preferencia.

                Este paliativo posibilita a su vez otra manera de cerciorase, lo que nos lleva al segundo as-
           pecto a comentar sobre la espiral de la decepción. Esto tendría relación con la sobreexcitación






                                                                Universidad Autónoma de Chiapas
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