Page 55 - Fútbol y globalización

QUIMERAS HUMANAS, QUIMERAS DE FÚTBOL 55

transformación. Se mantienen las atribuciones hacia el ganar fuera de contexto, sin comprender
cómo somos, lo que puede posibilitar el entendimiento cabal de eso que somos para ver si lo
queremos seguir siendo. Además, el ganar no es un reflejo estricto de actuar como se es, sino una
posibilidad del juego ligado a un accionar.
Hoy la “gordita de poliuretano”, aunque no siempre brillosa y con sus mejores galas —en

principio generalmente de plástico o cartón— sigue seduciendo; su magia aparece en potreros,
calles y traspatios, también pasa lista de presente en grandes campos y escenarios, pero amenaza
con ausentarse o desplazarse si no somos capaces de captar las estelas formadas detrás o a la par
de ella. A continuación, abordamos algunas de estas.

MANO EN EL ÁREA: GOLES QUE SIRVEN A MUCHOS FINES

El fútbol ha sobrepasado desde algunos años la parte lúdica del juego; en la actualidad cuesta
cada vez más encontrar esa parte. Sobre esta perspectiva existen varias temáticas por abordar, y
por cuestiones de espacio tocaremos —esperamos que sea con buen pie— el exitismo o ganar
como medida de todo y aspectos relacionados con la mercantilización del juego, desde las aristas

de todo es negocio y la promoción del trabajo esclavo.
Con el arribo a la modernidad surge también de forma más apremiante, en todos los ámbitos
de la vida, escuela, trabajo, juego, etcétera, la competición. Ya no solo importa ser bueno para algo,
sino ser mejor que otros para ese algo. Entonces ser parte de los ganadores adquiere relevancia.
Al transpolar estas nociones al ámbito del fútbol, éxito se convierte en alcanzar los trofeos en los

que se participa, aunque el cómo importe muy poco. Aquí podemos jugar con aspectos peligrosos,
porque si solo importa ganar, la trampa puede considerarse algo asequible. Entonces la compra
de jueces y el doping pueden encajar en esta cultura. Un ejemplo cercano es el llamado calciopoli,
nombre para los fraudes arbitrales de la serie A italiana, en el que se encontraron inmiscuidos los
equipos Milán, Fiorentina, Lazio, Reggina y Juventus, siendo el Juve quien más enmarañado estaba,

situación que le costó perder dos scudettos (títulos de liga) e ir a parar a la serie B (segunda división
de Italia). Además de la política institucional de dopaje en el mismo club, situación evidente al salir
a la luz que en 1996 sus jugadores consumieron eritropoyetina (EPO), hormona proteica que
mejora el rendimiento, la misma droga utilizada por Lance Armstrong. La frase de Vince Lombardi
(entrenador insignia del fútbol americano): “ganar no lo es todo, es lo único”, puede ser muy pe-

ligrosa si en nuestro imaginario acceder a títulos como sea es lo único que importa.

Universidad Autónoma de Chiapas