Page 136 - BORGES INTERACTIVO
P. 136

136                                 BORGES INTERACTIVO





















                    LA INTRUSA



               Dicen (lo cual es improbable) que la historia fue referida por Eduardo, el menor de los Nel-

               son, en el velorio de Cristian, el mayor, que falleció de muerte natural, hacia mil ochocientos

               noventa y tantos, en el partido de Moran. Lo cierto es que alguien la oyó de alguien, en el

               decurso de esa larga noche perdida, entre mate y mate, y la repitió a Santiago Dabove, por

               quien la supe. Años después, volvieron a contármela en Turdera, donde había acontecido.

               La segunda versión, algo mas prolija, confirmaba en suma la de Santiago, con las pequeñas

               variaciones y divergencias que son del caso. La escribo ahora porque en ella se cifra, si no me
               engaño, un breve y trágico cristal de la índole de los orilleros antiguos. Lo haré con probidad,

               pero ya preveo que cederé a la tentación literaria de acentuar o agregar algún pormenor.

                    En Turdera los llamaban los Nilsen. El párroco me dijo que su predecesor recordaba,

               no sin sorpresa, haber visto en la casa de esa gente una gastada Biblia de tapas negras, con

               caracteres góticos; en las últimas páginas entrevió nombres y fechas manuscritas. Era el único

               libro que había en la casa. La azarosa crónica de los Nilsen, perdida como todo se perderá.

               El caserón, que ya no existe, era de ladrillo sin revocar; desde el zaguán se divisaban un patio

               de baldosa colorada y otro de tierra. Pocos, por lo demás, entraron ahí; los Nilsen defendían

               su soledad. En las habitaciones desmanteladas durmieron en catres; sus lujos eran el caballo,










                             Universidad Autónoma de Chiapas
   131   132   133   134   135   136   137   138   139   140   141