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EL BOVINO CRIOLLO DEL OCCIDENTE DE MÉXICO
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Para perfil lipídico de la carne los resultados se muestran en el Cuadro 9. Contrario a lo es-
perado, la dieta con el nivel más alto de energía (tratamiento 4) resultó en un menor (P<0.05)

contenido de ácidos grasos saturados (35.0 g/100 g de grasa) y, en contraste, el mismo trata-

miento registró un mayor contenido (P<0.05) de ácidos grasos no identificados (17.6 g/100
g de grasa). El tratamiento 3 mostró el mayor contenido de ácidos grasos monoinsaturados
(42.6 g /100 g de grasa) siendo diferente (P<0.05) del tratamiento 1 (39.7 g /100 g de grasa).

Con respecto a los ácidos grasos poliinsaturados el tratamiento 4 mostró el mayor contenido

(5.5 g /100 g de grasa) siendo diferente (P<0.05) de los tratamientos 1, 2 y 3, (con 4.1, 4.6
y 4.6 g/100 g de grasa, respectivamente). En cuanto a la relación entre los ácidos C18:2ω-6/
C18:3ω-3, ésta se modificó de acuerdo a la dieta mejorando conforme se incrementaron los

niveles de energía (Cuadro 9). Así, esta relación mostró en la carne de los toretes Criollo una

relación baja entre los ácidos grasos omega-6: omega-3 lo que es deseable para mantener un
buen balance entre estos ácidos grasos en dietas para consumo humano. Cabe señalar que la
proporción omega-6: omega-3 recomendada a nivel internacional se encuentra en un rango

de 4:1 a 10:1 (Gebauer et al., 2006).

Universidad Autónoma de Chiapas