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LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO.
226 HISTORIA, CARACTERIZACIÓN Y PERSPECTIVAS

Derivado de conocer la secuencia del genoma del bovino se llegó a una conclusión impor-
tante, que identificó que el genoma bovino se asemeja más al humano que el del ratón o el de

la rata. Cuenta con un mínimo con 22,000 genes, de los que un conjunto importante comparte

con otras siete especies incluyendo al hombre. Existen reordenaciones que se localizan principal-
mente en los genes implicados en la reproducción, la inmunidad, el metabolismo y la digestión.
Tales cambios llevan a explicar la eficacia de los rumiantes para convertir forrajes energéticamente

pobres en carne y leche, procesos biológicos que han sido explotados por el hombre desde la

domesticación, que inició en el Cercano Oriente hace unos 8,000 a 10,000 años. Desde enton-
ces se han establecido más de 800 razas de ganado, lo que representa un importante patrimonio
de la humanidad y un recurso científico propicio para la comprensión de la genética de rasgos

complejos (Elsik et al., 2009).

Si bien el conocimiento del genoma de las especies ganaderas es uno de los proyectos ac-
tuales en el campo de la Genética Animal, otro, no menos importante, es el mantenimiento de la
riqueza genética. La búsqueda del incremento de producción ha dado lugar, en muchas ocasiones,

a la introducción masiva de animales muy productivos en zonas rústicas donde tradicionalmen-

te se encontraban las razas autóctonas. Esto ha llevado a la pérdida de un material genético de
enorme importancia, tanto biológica como económica, por su gran adaptación a medios difíciles.
La selección en la especie bovina tiene como meta principal mejorar caracteres cuantitativos

como termotelorencia, resistencia a enfermedades, producción de carne y leche, de esta última

el volumen, grasa y proteínas controlados por múltiples loci y con baja influencia del ambiente. Es
importante tener en cuenta que los efectos de mejora de este tipo de caracteres se han realizado
principalmente a través del control en los machos y haciendo las medidas fenotípicas en indivi-

duos adultos, lo que lleva a un progreso en la mejora genética lenta y costosa. La integración del

conocimiento entre la producción, salud y bienestar de los bovinos se expresa en la necesidad de
desarrollar y aplicar herramientas para su evaluación tanto en lo individual como en los hatos, de
tal manera que se gane tiempo y especificidad en el conocimiento de los rasgos favorables en los

diferentes genotipos bovinos.

Universidad Autónoma de Chiapas