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SENTIDOS DE LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA REGIONAL
Y EL PATRIMONIO CULTURAL DE CHIAPAS EN LAS
32 ESCUELAS SECUNDARIAS DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS

cada conquistador religioso, aventurero y/o militar, que requerían el control absoluto del enemi-
go terrenal emparentado con el diablo (Wolf, 1977). El espacio ocupado por los otros formó
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parte fundamental de esta tarea. La fuerte carga de historicidad que conlleva la conformación y

resignificación permanente de la región, nos plantea la necesidad de realizar un breve recorri-

do por los caminos de esa construcción regional para ubicar los elementos que estructuran su

existencia, las posibles permanencias y los cambios, manifestados o no, hoy en el accionar de los
sujetos en distintos campos, específicamente de la educación y la enseñanza de la HR y el PC.

Al inicio la distribución de los territorios conquistados, especialmente en Chiapas, respondió más

a los intereses de la campaña militar y a los enfrentamientos entre sus actores (conquistadores,

religiosos y funcionarios), y no en particular a una región geográfica, política o lingüística (Pedrero,

2009). A medida que ampliaron sus territorios los conquistadores requerían afianzar el cobro de
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tributos y el control de los indios insumisos, apóstatas, incivilizados, rebeldes, para ello proce-
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dieron a la reducción y reubicación de pueblos, la redistribución de la propiedad a su favor. Los

límites fueron demarcados, por medio de una política de congregación de pueblos indios, de
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asignación de vestimentas para identificar y homogeneizar la diversidad; del establecimiento de

un modelo urbanístico que garantizara la vigilancia; la usurpación, el uso del suelo y el territorio

5 Esta área no fue estrictamente geográfica, sino cultural, pues abarcaba más allá de los espacios físicos ocupados por
los pueblos originarios y se extendía por los ámbitos de la cosmovisión y la creencia, comprendiendo el imaginario
colectivo de los pueblos y las representaciones que desde el principio se forjaron los colonizadores para justificar y
excluir al otro de cualquier legitimidad de territorio, propiedad, poder, historia y cultura.
6 La delimitación de fronteras y propiedades en la naciente provincia chiapaneca fue establecida en subordinación a esos
interese como se relata en torno a los procesos de empoderamiento militar, gestión colonial e imposición de Diego
de Mazariegos (Pedrero, 2009).
7 Calificativos asignados que conformaron toda una representación del indio que subsistió hasta la época contemporá-
nea. Bastaría escuchar lo que representan para los denominados auténticos coletos los indígenas (Palacios, 2010). El
proceso de discriminación fue perenne, heredado, reconstruido. Así, en 1811 el Consulado de México a las cortes
de Cádiz describe al indio como: “perezoso y lánguido, estúpido por constitución, sin talento inventor ni fuerza de
pensamiento, borracho, carnal, insensible a las verdades religiosas...con desamor para todos los prójimos” (González
Navarro, citado por Bonfil, 1990: 147).

Universidad Autónoma de Chiapas