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222 VALENTINA EDUWIGES ESTRADA GUEVARA ELISA CRUZ RUEDA de conducción (de gobierno) de una sociedad y un Estado, refeja con más o menos fdelidad, el tipo particular de patrones que rigen los comportamientos sociales e institucionales. Y ese tipo de patrones está de tal forma inmerso en el orden institucional y territorial vigente, que imprime unos determinados rasgos al régimen político (Medellín, 2011:4-5). La gobernabilidad del país estuvo garantizada, mientras el gobierno central era fuerte, se mantuvo centralizado el poder, mediante un autoritarismo sui géneris típicamente mexicano. El proceso de debilitamiento del Estado, inicia con Miguel de La Madrid (1982-1988) y se acelera con Carlos Salinas de Gortari, (1988-1994) con la venta de empresas paraestatales y los cambios al artículo 27 constitucional entre otras acciones, que promovían asociaciones público-privadas. En el campo se promovía la “reconversión productiva” que no tuvo buenos resultados y empo- breció a los habitantes del campo. El abandono al campesino ha sido una constante desde entonces, la industria alimentaria glo- balizada es cada vez más estandarizada y competitiva y la mayor parte de productores no tienen acceso a los mercados. Quienes adquirieron las empresas públicas, aparecen ahora entre los más ricos del mundo. El desmantelamiento de los sistemas productivos (históricamente paternalista) no ha sido sustituido por una efectiva integración de lo local con lo nacional. Las brechas de des- igualdad crecen y así también el empobrecimiento de amplios sectores de la población mexicana. Hay una explotación intensifcada de los recursos naturales y mayor contaminación en el campo, lo cual contribuye al deterioro del ambiente y genera riesgos en los territorios desde el punto de vista de sus capacidades para retener agua. Las afectaciones a la biodiversidad elevan al mismo tiempo los confictos, lo que a su vez contribuye al deterioro del tejido social, creando condicio- nes propicias para el surgimiento de la delincuencia organizada en regiones de más difícil acceso. En este Capítulo, se considera que las redes de gobernanza no deben sustituir al Estado, aun cuando éste está constituido a partir de relaciones asimétricas, donde la desigualdad e inequidad son constantes. Las formas de organización populares han surgido, en muchos casos, por la ne- cesidad de acceder a los servicios que el Estado no ha sido capaz de garantizar. El debilitamiento del Estado en México, ha dado lugar al surgimiento de una diversidad de formas de gobernar en los municipios, de acuerdo con las culturas de la población asentada ahí, junto con la aparición de poderes fácticos, incluyendo a la delincuencia organizada. Esto signifca que no se gobierna de un Universidad Autónoma de Chiapas