Page 158 - Fútbol y globalización
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FÚTBOL Y GLOBALIZACIÓN
158 MEDIOS, MERCADOS E INCLUSIONES
De influencia sudamericana, en el documento que sigue se habla de la agregación llamada
“barra brava” (Alabarces, 2000 y 2003; Gil, 2007), la cual representa una forma organizada de
fanáticos que apoyan “en extremo”, mediante el acompañamiento a estadios a los equipos de su
preferencia, para desarrollar un extenuante performance de respaldo donde se hacen significativas
inversiones y gastos de energías dispuestas como apoyo irrestricto al club de su preferencia y su
desdoblamiento en símbolos (camiseta, jugadores, banderas, entre otros); apoyo que conjuga un
desempeño fuertemente corporal: canto, saltos, arengas, manoteos, gritos, insultos al oponente y
a veces al equipo con el que se identifican, peleas o robo de símbolos de los rivales. Al respecto,
son notorias las barras “de apoyo” a clubes profesionales de la Liga MX asociados a la Federación
Mexicana de Fútbol (FMF), y es precisamente en una de ellas, en donde se ha puesto la mirada
para observar un comportamiento que en este texto resulta central por representar una peda-
gogía de la práctica barrista asociada a la lealtad expresa que habla de cohesión colectiva, misma
que se apoya en la violencia física, en este caso dada como parte de la experiencia que se narra.
Continuando con la forma de agregación barra, tenemos que también llegaron del sur con-
tinental, y son evidentes del fútbol mexicano, comportamientos como “el aguante” (conducta
centrada en el cuerpo que es necesariamente expuesta al público y a la sociedad en general a
manera de demostración física, emocional y moral marcada por la extenuación, desafiante y hasta
violenta del fanático frente a seguidores del mismo tipo de otros equipos —aunque también a
veces se dirija a fanáticos del mismo club del barrista); las etiquetas de “pecho frío” (asignadas a
jugadores que los barristas consideran desganados o que no muestran, a su parecer, el deseo de
ganar o cuando menos de luchar hasta las últimas consecuencia en pos del triunfo del equipo de
pertenencia); el uso de “trapos” (como bufandas, banderas y banderines que simbolizan al club,
los que al ser “robados” o “arrebatados” por grupos rivales pasan a ser “trofeos” y humillación para
el “enemigo”), y la conformación musical de “la murga” (conjunto cuya instrumentación se basa en
tambores y trompetas, que ambientan el apoyo manifiesto antes, durante y posterior al juego de
que se trate). Todos esos elementos sobresalen en la manifestación cuyo centro es la demostra-
ción interna-externa de fuerza, anhelo y lealtad que hacen posible la comunidad barrista —véase
Alabarces (2000), Gil (2007) y Zambaglione (2011), para el caso argentino; para el mexicano,
Magazine (2012), Martínez (2010) y Varela (2011).
Universidad Autónoma de Chiapas