Page 160 - Fútbol y globalización
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FÚTBOL Y GLOBALIZACIÓN
      160                     MEDIOS, MERCADOS E INCLUSIONES






               equipo que recientemente (abril de 2016) se alzó con el Torneo Nacional de Copa . Se trata no
                                                                                                    4
               solo de un cobrador sino del segundo al mando en el orden jerárquico de esta barra (a quien el
               “capo”, que hoy no pudo asistir, ha delegado la responsabilidad del líder).
                    Al inicio del trayecto el ánimo es inmejorable: resaltan saludos a gritos [“¡qué pedo X!”],
               bromas fundadas en el lugar de origen de algún barrista [“¡putos los de tal lugar!”] que se replican

               con carcajadas de otros acompañantes. Frente a los pocos nombres propios usados para referirse
               entre ellos, predominan los motes. Se ensayan los primeros albures (duelos lingüísticos de some-
               timiento sexual verbalizados, comunes entre hombres, al parecer, de ciertos sectores) y gritos de

               apoyo que denigran al rival y a su barra, como premonición o confirmación de que nos encami-
               namos a presenciar una competencia en la que nuestra postura de apoyo es clara y en donde el
               pique simbólico —contra la barra enemiga en turno— podría materializarse.
                    Desde que el autobús recorre las primeras calles de la ciudad de origen del viaje hay quienes,
               a gritos, le mientan la madre a algún transeúnte a través de las ventanas del vehículo. Y es que se

               muestra imprescindible tanto la práctica del “castre”  como la publicitación de la presencia en la
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               ciudad, en sus calles: “Aquí estamos, somos fulanos de tal y somos quienes apoyamos a nuestro
               club” parece declararse con esas acciones; es decir, parece importar que nuestros conciudadanos

               nos vean o tengan consciencia de nosotros, para así existir ante ellos de un modo expresivo, para
               ser en la sociedad de esta particular forma asociativa y estentóreamente manifiesta.



                   OCHO KILÓMETROS ADELANTE DE NUESTRA PARTIDA, EN LA CIUDAD
                   CAPITAL

                    Xalapa, el autobús hace escala para recoger a algunos aficionados más. Ya sobre la carretera,

               la última parada de ida es en una tienda de conveniencia junto a una gasolinera para pasar al baño y
               abastecer lo necesario hasta llegar al destino: alimentos, cigarros y bebidas, básicamente cervezas.
               Recién tomada la autopista, y aprovisionados de cervezas comunitarias (para los miembros de la

               barra; únicos en decidir si convidar a no miembros) pagadas con lo reunido mediante coopera-


               4   Alegría compartida mediáticamente en la prensa deportiva y política por su propietario, Fidel Kuri, a la sazón del diputado,
               por el oficialista Partido Revolucionario Institucional, en el Distrito 15 de Orizaba, Veracruz.
               5   “Desmadre” es otro modo de llamar en la literatura disponible a este comportamiento juvenil colectivo de las barras donde
               priva la camaradería, los juegos verbales de doble sentido llamados albur, las bromas; véase un ejemplo de esto en Magazine
               (2012).






                            Universidad Autónoma de Chiapas
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