Page 90 - Fútbol y globalización

FÚTBOL Y GLOBALIZACIÓN
90 MEDIOS, MERCADOS E INCLUSIONES

referencia son de tipo estructural”. Entre los casos de exclusión estructural negativa presentes en
el fútbol mexicano, en 2004 destacó el caso Domínguez. Pese a no existir una prohibición explí-
cita que le impidiera jugar fútbol profesional o de que México pudiese lanzar una liga profesional
femenil, una mezcla de fuerzas instituidas dentro de la sociedad mexicana (fuerzas culturales y de
mercado) hicieron que, en ese momento, una liga femenil no fuera viable.

FUERZAS INSTITUYENTES Y LITIGIOS EN EL MUNDO DEL FÚTBOL

Aunque los torneos oficiales reconocidos por la FIFA no empezaron sino hasta 1991 (mun-
diales) y 1996 (juegos olímpicos), la historia del fútbol femenil puede que sea tan antigua como

la del fútbol varonil. En realidad, como explica Jean Williams (2007, p. 1), desde finales del siglo
XIX y principios del XX, “las mujeres conscientemente desafiaban el paradigma del código de la
Asociación (inglesa) como un ‘juego varonil’”. En gran parte, la invisibilización del fútbol femenil y
la idea prevaleciente de que nace hacia las últimas décadas del siglo XX, tiene más que ver con
el resguardo y dificultad para acceder a los registros de FIFA que con la novedad misma del juego

(Williams, 2007).
Como se mencionó páginas atrás, el fútbol femenil tuvo una gran popularidad en Reino
Unido, siendo incluso más popular que el varonil. Draxler (2018) afirma que el 26 de diciembre

de 1920, un partido en la ciudad de Liverpool logró un lleno total (53 mil asistentes), dejando a
miles fuera del estadio. Draxler también asegura que se practicaba fútbol femenil en Rusia (1911),
España (1914), Francia (1917), Australia (1921) y documenta partidos internacionales en 1920
(equipos ingleses y franceses) e, incluso, juegos entre femeniles ingleses contra equipos varoniles

estadunidenses (1923). Después vino medio siglo de oscuridad para el fútbol femenil, pero esto
no se debió a un descenso súbito en el interés o la rentabilidad, sino que fue producto de prohi-
biciones específicas y deliberadas tanto de la FIFA como de las asociaciones nacionales, quizá por
temor a las consecuencias políticas y sociales de la popularidad del fútbol femenil, sobre todo en

tiempos de guerra (Draxler, 2018; Williams, 2007).
México se insertó dentro de la larga lucha por el regreso del fútbol femenil a la legalidad ha-
cia inicios de la década de los 70 del siglo XX (Draxler, 2018; Santillán y Gantús, 2010). Draxler
proporciona algunos datos que dan cuenta del auge del fútbol femenil en México: se crean las

primeras ligas (América, Iztaccíhuatl, ENEF, Naucalpan, etc.); surgen los primeros campeonatos,

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