Page 104 - BORGES INTERACTIVO
P. 104

104                                 BORGES INTERACTIVO






               ocurre dos veces, deja de ser aterrador. Le propuse que nos viéramos al día siguiente, en ese
               mismo banco que está en dos tiempos y en dos sitios. Asintió en el acto y me dijo, sin mirar

               el reloj, que se le había hecho tarde. Los dos mentíamos y cada cual sabía que su interlocutor

               estaba mintiendo. Le dije que iban a venir a buscarme.

                    —¿A buscarlo? —me interrogó.

                    —Sí. Cuando alcances mi edad habrás perdido casi por completo la vista. Verás el color

               amarillo y sombras y luces. No te preocupes. La ceguera gradual no es una cosa trágica. Es

               como un lento atardecer de verano. Nos despedimos sin habernos tocado. Al día siguiente

               no fui. EL otro tampoco habrá ido. He cavilado mucho sobre este encuentro, que no he con-

               tado a nadie. Creo haber descubierto la clave. El encuentro fue real, pero el otro conversó
               conmigo en un sueño y fue así que pudo olvidarme; yo conversé con él en la vigilia y todavía

               me atormenta el encuentro. El otro me soñó, pero no me soñó rigurosamente. Soñó, ahora

               lo entiendo, la imposible fecha en el dólar.








































                             Universidad Autónoma de Chiapas
   99   100   101   102   103   104   105   106   107   108   109