Page 218 - BORGES INTERACTIVO
P. 218

218                                 BORGES INTERACTIVO





















                    LA FLOR DE COLERIDGE



               Hacia 1938, Paul Valéry escribió: “La historia de la literatura no debería ser la historia de los

               autores y de los accidentes de su carrera o de la carrera de sus obras sino la Historia del Es-

               píritu como productor o consumidor de literatura. Esa historia podría llevarse a término sin

               mencionar un solo escritor.” No era la primera vez que el Espíritu formulaba esa observación;

               en 1844, en el pueblo de Concord, otro de sus amanuenses había anotado: “Diríase que una

               sola persona ha redactado cuantos libros hay en el mundo; tal unidad central hay en ellos que

               es innegable que son obra de un solo caballero omnisciente” (Emerson: Essays, 2, VIII). Veinte
               años antes, Shelley dictaminó que todos los poemas del pasado, del presente y del porvenir,

               son episodios o fragmentos de un solo poema infinito, erigido por todos los poetas del orbe

               (A Defence of Poetry, 1821).

                      Esas consideraciones (implícitas, desde luego, en el panteísmo) permitirían un inacaba-

               ble debate; yo, ahora, las invoco para ejecutar un modesto propósito: la historia de la evo-

               lución de una idea, a través de los textos heterogéneos de tres autores. El primer texto es

               una nota de Coleridge; ignoro si éste la escribió a fines del siglo XVIII, o a principios del XIX.

               Dice, literalmente: “Si un hombre atravesara el Paraíso en un sueño, y le dieran una flor como













                             Universidad Autónoma de Chiapas
   213   214   215   216   217   218   219   220   221   222   223