Page 503 - BORGES INTERACTIVO
P. 503

JOSÉ MARTÍNEZ TORRES  •  ANTONIO DURÁN RUIZ      503






           espacio? Para nuestro sistema imaginario, la cultura china es la más meticulosa, la más jerarqui-
           zada, la más sorda a los sucesos temporales, la más apegada al desarrollo puro de la extensión;

           la soñamos como una civilización de diques y barreras bajo la faz eterna del cielo; la vemos

           desplegada y congelada sobre toda la superficie de un continente cercado de murallas. Su

           misma escritura no reproduce en líneas horizontales el vuelo fugaz de la voz; alza en colum-

           nas la imagen inmóvil y aun reconocible de las cosas mismas. Tanto que la enciclopedia china

           citada por Borges y la taxinomia que propone nos conducen a un pensamiento sin espacio, a

           palabras y categorías sin fuego ni lugar, que reposan, empero, en el fondo sobre un espacio

           solemne, sobrecargado de figuras complejas, de caminos embrollados, de sitios extraños, de

           pasajes secretos y de comunicaciones imprevistas; existiría así, en el otro extremo de la tierra
           que habitamos, una cultura dedicada por entero al ordenamiento de la extensión, pero que

           no distribuiría la proliferación de seres en ningún espacio en el que nos es posible nombrar,

           hablar, pensar.

                Cuando levantamos una clasificación reflexionada, cuando decimos que el gato y el perro

           se asemejan menos que dos galgos, aún si uno y otro están en cautiverio o embalsamados, aun

           si ambos corren como locos y aun si acaban de romper el jarrón, ¿cuál es la base a partir de la

           cual podemos establecerlo con certeza? ¿A partir de que “tabla”, según qué espacio de iden-
           tidades, de semejanzas, de analogías, hemos tomado la costumbre de distribuir tantas cosas

           diferentes y parecidas? ¿Cuál es esta coherencia —que de inmediato sabemos no determinada

           por un encadenamiento a priori y necesario, y no impuesta por contenidos inmediatamente

           sensibles? Porque no se trata de ligar las consecuencias, sino de relacionar y aislar, de analizar,

           de ajustar y de empalmar contenidos concretos; nada hay más vacilante, nada más empírico

           (cuando menos en apariencia) que la instauración de un orden de las cosas; nada exige una











                                                                Universidad Autónoma de Chiapas
   498   499   500   501   502   503   504   505   506   507   508