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LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO.
102 HISTORIA, CARACTERIZACIÓN Y PERSPECTIVAS
de valores genéticos para características cuantitativas, y la aplicación de genética molecular para
identificar genes asociados con rasgos de importancia económica.
La caracterización genética de bovinos Criollos mediante el uso de metodologías cuantitativas
ha sido más exhaustiva en razas para las cuales existen asociaciones de criadores, ya que poseen
libros genealógicos y de control de producción, como es el caso del Ganado de Lidia y Criollo
Lechero Tropical. En esta última raza se ha estudiado la caracterización de la curva de lactancia y
la estimación de valores genéticos, para producción de leche ajustada a 305 d (Santellano-Estrada
et al., 2008; Santellano-Estrada et al., 2011). Según Rosendo-Ponce y Becerril-Pérez (2015), la
curva de lactancia no mostró el ascenso inicial característico de razas de bovinos en climas tem-
plados, sino que mostró una producción máxima al inicio (6.8 kg/d) con descenso monótono
después de 40 d (finalizando con 2.6 kg/d al final de la lactancia). La lactancia fue descrita ajustando
un modelo de regresión aleatoria con un polinomio de Legendre de segundo orden, el cual utiliza
todas las pesadas disponibles, permite estimar parámetros y predecir valores genéticos a través de
la lactancia. La heredabilidad aumentó de 0.18 a 0.30 a través de la lactancia, y fue de 0.24 para
la producción acumulada a 305 días; este valor es útil para la mejora genética por selección de la
característica. La repetibilidad varió entre 0.35 y 0.62, con valores más altos al principio y final de
la lactancia, y fue 0.43 para la producción acumulada a 305 d. El progreso genético anual estimado
en producción de leche ajustada a 305 d fue 11 kg, lo que correspondió a 0.94 % de la media
fenotípica, lo cual sugiere que estas tasas de mejoramiento genético pudieran obtenerse en otras
poblaciones de bovinos Criollos.
Los bovinos de Lidia no son utilizados con fines específicos de producción de leche o car-
ne, pero representan un recurso genético valioso, dado que desde su arribo a México se han
desarrollado en ambientes difíciles y constituyen una posible fuente de genes favorables para su
adaptación a ambientes adversos; por lo anterior, es importante su estudio y conservación, favo-
reciéndose esto último a través de la tradicional fiesta brava. Rangel (1924, citado por de Alba,
2011) menciona que para la celebración del regreso de Hernán Cortés de su expedición a Gua-
temala y las Hibueras, en 1529 se celebró una corrida de toros en la naciente Ciudad de México;
aunque Rouse (1977) refiere que el hato de bovinos de Lidia del que se tiene registro, consistió
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