Page 99 - LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO
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SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS DE LOS BOVINOS
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           becerros Criollos Chinampos siguen un patrón similar al reportado en otras razas productoras
           de carne (la frecuencia es mayor durante las primeras horas de la mañana y al final de la tarde, la

           frecuencia y el tiempo de amamantamiento se redujeron a los 180 días, y las hembras mamaron

           con más periodicidad que los machos). Espinoza et al. (2009b; 2011a) compararon razas bovinas
           en su respuesta a variables fisiológicas relacionadas con la tolerancia al calor (temperatura rectal
           y tasa respiratoria), concluyendo que las vacas Chinampo fueron más tolerantes que las Jersey

           o Holstein. Por otra parte, Hernández et al. (2007) estudiaron la variabilidad de las mismas ca-

           racterísticas relacionadas con tolerancia al calor en vacas Criollo Lechero Tropical; los resultados
           obtenidos indican que las vacas tienen diferencias individuales en su capacidad para disipar el calor,
           lo que sugiere considerar estas variables como posibles criterios para el establecimiento de pro-

           gramas de selección.

                Otra característica poco estudiada en México para bovinos Criollos es el grado de infestación
           por garrapatas. Al respecto, en un estudio realizado en Veracruz con ganado Criollo Lechero
           Tropical, González-Cerón et al. (2009) determinaron las especies y la frecuencia de ocurrencia

           de garrapatas, identificándose las especies Amblyomma cajennense y Boophilus microplus, en donde

           33 % de los animales tuvieron conteos menores que 10 garrapatas, grado de infestación que se
           considera no afecta el comportamiento productivo.
                Dado que los bovinos Criollos han sobrevivido en áreas naturales sin mucha presión de

           selección artificial, se esperaría que hayan desarrollado mejores hábitos de pastoreo o ramo-

           neo que los animales de razas exóticas, lo que se traduce en menores daños al ambiente. Un
           estudio que permitió evaluar lo antes señalado fue publicado por Peinetti et al. (2011), quienes
           compararon hábitos de pastoreo de bovinos Angus y Criollo en áreas desérticas de la región

           Suroeste de los EE. UU., (ecosistema y ganado similar al del Norte de México). Los animales

           fueron provistos de collares con GPS para caracterizar la distribución espacial del pastoreo y
           se evaluó en cada raza la asociación entre los hábitos o patrones de pastoreo y los factores
           ambientales causantes de esos patrones. La evaluación se realizó durante cuatro semanas en

           primavera y otoño, comparando una disponibilidad forrajera alta (primavera) y otra baja (oto-

           ño), y manteniendo un coeficiente de agostadero de 100 ha/animal. Estos autores encontraron






                                                                Universidad Autónoma de Chiapas
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