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266 Frutas del trópico
Pasifloraceas y polinización
Las Pasifloraceae dependen de la polinización cruzada para la producción de frutos, porque sus
flores presentan características que hacen que sea muy difícil ser autopolinizadas, una de estas
características son, la presencia de estigmas a un nivel mucho más alto que las anteras y los
estambres de la misma flor generando polen antes de que los estigmas sean receptivos (Aguiar-
Menezes 2002). Las flores del maracuya tienen otras características que facilitan la polinización
cruzada, como su tamaño, son muy llamativas, fragantes y producen néctar abundantemente.
Cuando las flores recién abren, los estambres cuelgan y las anteras liberan el polen en el
envés de éstos, exponiendo el polen. Los estilos se mantienen erectos, y las superficies estig-
máticas no son pegajosas. Eventualmente, el estilo se dobla hacia abajo, y cuando este proceso
termina hay una mayor oportunidad para que los insectos que estan colectando néctar y polen
entren en contacto con el estigma. Durante la primera hora de floración, un insecto visitante
puede acarrear polen en su cuerpo pero es difícil que lo pueda llevar hasta el estigma. Cuando
la flor comienza a cerrarse, los estilos vuelven a su posición erecta. El proceso de recurvatura
requiere de una hora, aproximadamente. Los estilos de las flores que no se curvan bastante
como otros, y mantienen una distancia mayor entre la antera y el estigma son más difíciles de
ser polinizados por el agente polinizador. Esto se aplica más que todo a aquellas flores cuyos
estilos siempre se mantienen erectos, siendo mucho de estos representantes de flores inferti-
les (Akamine et al., 1954; Free, 1993; citados por Aguiar-Menezes, 2002). En el Brazil, no hay
producción de fruta en flores polinizadas con sus estilos erectos. Se puede obtener desde 13
a un 45% de fructificación si las flores tienen sus estilos parcialmente o totalmente curvados,
respectivamente (Ruggiero et al., 1976). Bajo condiciones naturales, el estigma se mantiene
receptivo unicamente el día en que la flor está abierta, y el polen pierde su viabilidad después
de 24 horas (Akamine y Girolami, 1959).
Universidad Autónoma de Chiapas