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EL LENGUAJE COTIDIANO DE LOS ESTUDIANTES
       46               UNIVERSITARIOS, DESDE LAS VOCES DE SUS ACTORES







                    No se trata únicamente de que la sucesión de palabras que formemos tenga un sentido,
               sino de que suscite representaciones mentales en el interlocutor. Es un intercambio logrado,

               las representaciones mentales deben corresponder a las que le hablante sino quiso suscitar.

                    Los diccionarios presentan el significado de las palabras “fuera de contexto que modifican

               u orientan su sentido. Es la base de la compresion; sin embargo es una conversación entre

               personas el “sentido” de la palabra carga se carga para cada una de ellas con sus propios cono-

               cimientos del mundo y con lo que cree que su interlocutor piensa. El significado de las palabras

               deriva de las representaciones mentales individuales que suscitan.

                    Las palabras tienen un valor de relación; ligan la oración en que aparecen, el contexto de

               la conversación, las expectativas del interlocutor, etc. No se “cargan” forzosamente con otros
               sentidos además del habitual. En realidad, sin cierta constancia en la lengua no podríamos

               comprendernos.

                    Al hablar, debemos prestar atención a que nos comprendan; en situaciones de comuni-

               cación somos dos o más. Ludwing Wittgenstein plantea que el “uso” de lo que se comunica

               es lo que determina el significado. Por otra parte, muestra toda la variedad de entidades que

               puede abarcar una palabra. Ejemplo la palabra “juego” que se aplica al ajedrez, al futbol, a las

               charadas, a la actuación de actores.
                    Consecuentemente,, el concepto tiene fronteras imprecisas y procede más de un “aire

               de familia” que de diferenciaciones claras, En la mayoría de los casos, no obstante, uno a varios

               rasgos comunes la acercan: en el caso del juego, ideas del placer e incertidumbre.

                    Atención, entonces, para que nos comprendamos y no tengamos conversaciones absur-

               das, es necesario que las palabras símbolos que utilicemos sean interpretadas conforme a los

               usos que se hace de ellas, en oraciones que trasmitan su sentido. Es necesario, que el contexto

               del diálogo o la conversación permitan hacer las inferencias adecuadas. De esa manera se des-








                                Universidad Autónoma de Chiapas
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