Page 171 - BORGES INTERACTIVO
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JOSÉ MARTÍNEZ TORRES  •  ANTONIO DURÁN RUIZ      171






           tual de vastos argumentos. Los hechos de la Ilíada y la Odisea sobreviven con plenitud, pero
           han desaparecido Aquiles y Ulises, lo que Homero se representaba al nombrarlos, y lo que

           en realidad pensó de ellos. El estado presente de sus obras es parecido al de una complicada

           ecuación que registra relaciones precisas entre cantidades incógnitas. Nada de mayor posible

           riqueza para los que traducen. El libro más famoso de Browning consta de diez informaciones

           detalladas de un solo crimen según los implicados en él. Todo el contraste deriva de los carac-

           teres, no de los hechos, y es casi tan intenso y tan abismal como el de diez versiones justas

           de Homero.

                La hermosa discusión Newman—Amold (1861—62), más importante que sus dos inter-

           locutores, razonó extensamente las dos maneras básicas de traducir. Newman vindicó en ella
           el modo literal, la retención de todas las singularidades verbales; Amold, la severa eliminación

           de los detalles que distraen o detienen, la subordinación del siempre irregular Homero de

           cada línea al Homero esencial o convencional, hecho de llaneza sintáctica, de llaneza de ideas,

           de rapidez que fluye, de altura. Esta conducta puede suministrar los agrados de la uniformidad

           y la gravedad; aquélla, de los continuos y pequeños asombros.

                Paso a considerar algunos destinos de un solo texto homérico. Interrogo los hechos

           comunicados por Ulises al espectro de Aquiles, en la ciudad de los cimerios, en la noche in-
           cesante (Odisea, XI). Se trata de Neoptolemo, el hijo de Aquiles. La versión literal de Buckley

           es así: Pero cuando hubimos saqueado la alta ciudad de Mamo, teniendo su porción y premio ex-

           celente, incólume se embarcó en una nave, m maltrecho por el bronce filoso m herido al combatir

           cuerpo a cuerpo, como es tan común en la guerra; porque Marte confusamente delira. La de los

           también literales pero arcaizantes Butcher y Lang: Pero la escarpada ciudad de Príamo una vez

           saqueada, se embarcó ileso con su parte del despojo y con un noble premio; no fue destruido por











                                                                Universidad Autónoma de Chiapas
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