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LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO.
58 HISTORIA, CARACTERIZACIÓN Y PERSPECTIVAS
el velamen se recoge, se amarra el timón después de fijar el rumbo, se nombran los vigías, y la
gente se dispone a descansar. ¿Cómo imaginamos la escena? En el ‘arte de marear’ podemos
encontrar algunas pistas
Es privilegio de galera que nadie ose pedir en ella cama de campo, sábanas de holanda, cóce-
dras [colchones] de pluma, almohadas labradas, colchas reales ni alcatifas [tapetes finos] moriscas;
mas junto con esto, si el pasajero fuere delicado o estoviere enfermo, darle licencia el patrón para
que duerma sobre una tabla y tome por almohada una rodela. (Martínez, 1983: 238)
Pocos animales vivos acompañaban a los exploradores, si acaso alguna gallina que podía ser
preparada durante el viaje y que debió hacer sido todo un agasajo tras varios días de una dieta
de carne seca y galleta rancia. En relación a estas aves, en el segundo viaje del Almirante se relata
con detalle el haberlas subido a las naves en la escala realizada en la isla de Gomera, en donde ya
existían otros animales domésticos en buen número. Los diferentes ganados tenían unos pocos
años de haber sido introducidos en las Canarias, dado que su propia conquista y colonización se
había realizado apenas en 1478, a cargo de Juan Rejón y Pedro Vera, quienes se encargaron de
llevar ahí “caballos, vacas, burros y gallinas de Castilla” (Tudela, 1993: 77).
En esa época, los animales domésticos se llevaban a las Islas Canarias y se les dejaba a orillas
de las costas y los ríos para reproducirse en libertad, como parte de una estrategia diseñada para
tener carne fresca, la que podía obtenerse posteriormente al cazarlos o atraparlos en su estado
ya para entonces semi-silvestre. Esa táctica debió incluir a los bovinos, que en 30 años pudieron
ser muy abundantes, y con ello se convirtieron en los animales que después se llevaron al Nuevo
Mundo al pasar las naves a abastecerse en esas islas que se situaban a varios días de navegación y
que permitían subir a bordo bastimentos más frescos. Es factible pensar que la misma estrategia
fuera empleada con éxito pocos años más tarde, en los diferentes viajes de colonización de las
Antillas, en donde se tiene relación de que los animales llegaron a multiplicarse de manera asom-
brosa en un periodo muy corto. Es conocido el hecho de que los primeros bovinos en el Nuevo
Mundo fueron llevados por Cristóbal Colón, en su segundo viaje, y fueron desembarcados en La
Española, empresa que no era fácil “porque las embarcaciones eran pequeñas, y a veces había
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