Page 59 - LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO
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ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA GANADERÍA BOVINA EN MÉXICO.
LA CONQUISTA E INICIO DE LA ÉPOCA COLONIAL 59
que deshacerse de la mayoría de los animales en plena ruta, para aligerar los navíos” (Bernand y
Gruzinski, 1996: 124).
Sin embargo, existe otro ángulo en el tema de la introducción de especies exóticas a entor-
nos ambientales distintos, como lo eran las Islas Canarias, y es por ello que Bernand y Gruzinski
(1996) lanzan la idea de que
La conquista de las Canarias probablemente constituye el primer ejemplo moderno de lo que,
en nuestros días, se conoce como genocidio: todos sus habitantes fueron exterminados en un siglo,
y el paisaje de esas islas fue radicalmente alterado por la introducción de plantas y animales nuevos.
(Bernand y Gruzinski, 1996: 103)
La vida cotidiana en la España del siglo XVI
Para contextualizar el por qué había interés en la población española de principios del siglo XVI
por subirse a las naves hacia regiones desconocidas, es conveniente referir que el medio rural se
caracterizaba por “la desolación de los grandes páramos castellanos, verdaderos yermos, donde
a veces había que hacer muchas leguas para encontrar una aldea miserable” (Calvo, 2000: 6).
La vida en el medio rural era difícil, y la mayoría de los campesinos eran apenas “jornaleros” en
tierras arrendadas por cuyas cosechas tenían que pagar diezmos a la Iglesia, renta al propietario
e impuestos a la Corona, lo que los dejaba en una situación al límite de la subsistencia. El cultivo
principal era el trigo, para el cual se labraba la tierra con un buey o un mulo, muchas veces hacien-
do pareja el propio campesino; las casas, más bien chozas, eran de adobe (Ibíd.: 17).
La única diversión era asistir a las ferias de los pueblos —si alguno existía en los alrededo-
res—, en las que se vendía una gran cantidad de mercancías: paños de lana y seda, pieles, montu-
ras, especias, cera, cestería, productos hortícolas y “animales vivos como vacas, asnos, corderos y
caballos, colocados en sitios reservados y cuidados por vaqueros, rústicos y chalanes, que entabla-
ban transacciones laboriosos desde las primeras luces del alba” (Bernand y Gruzinski, 1996: 139).
Sin embargo, las ferias sucedían tan sólo ocasionalmente, de modo que la vida cotidiana en el
medio rural era poco interesante y generalmente monótona. Tras un pesado día en el campo, en
Universidad Autónoma de Chiapas