Page 69 - LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO
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ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA GANADERÍA BOVINA EN MÉXICO.
LA CONQUISTA E INICIO DE LA ÉPOCA COLONIAL 69
Aunque es relativamente fácil visualizar el papel de los caballos como elementos utilizados en
las guerras —de lo cual hay detallada información—, y de los perros “ávidos de caciques” con que
se dominaba a las poblaciones nativas, el importante trabajo de los cerdos como arma de guerra
es algo más complejo y por desgracia mucho menos referido. Una idea general de la participación
de los cerdos en las expediciones de conquista puede apreciarse en una investigación etnohistó-
rica que describe el manejo de las piaras en las islas del Caribe y en la Tierra Firme, lo que viene
a ser una reconstrucción apegada a la realidad basada en fragmentos de las crónicas de la época
(Perezgrovas, 2007). Por su parte, no sería imaginable una labor práctica del ganado bovino para
las acciones de conquista, que con su lento andar retrasarían mucho el paso de las huestes de
caballeros y soldados; sin embargo, sí es posible pensar en la importante función de los toros y las
vacas para proveer de crías, alimentos y seguramente tracción en los momentos determinantes
de la colonización en América.
Hay que resaltar el papel determinante que jugó La Española en el devenir de la ganadería
bovina en América; aquí llegaron animales principalmente del norte de África, del sur de España
y de las Islas Canarias, y tuvieron que pasar una primera adaptación al medio tropical, y de aquí
salieron la mayoría de las reses que poblaron el Nuevo Mundo en diferentes oleadas de conquista
y colonización, y permitieron generar poblaciones locales de bovinos desde los Estados Unidos
hasta la Patagonia Argentina.
México: primeros momentos de la conquista
Resulta atractivo tratar de imaginar cómo sería la vida cotidiana de los conquistadores españoles unos
días después de haber tomado por las armas la ciudad de México-Tenochtitlan, hecho que conclu-
yó el 13 de agosto de 1521. Se puede establecer que tras la caída del imperio azteca, después de
93 días de sitio, debió requerirse de un tiempo para restañar las heridas de los soldados y para dar
inicio a la vida de los que prácticamente estaban convertidos ahora en los primeros colonos. Pocos
días más tarde se recibió en Veracruz un cargamento de vino de Castilla y cerdos que fuera enviado
desde Cuba, y que permitió un momento de esparcimiento y embriaguez a los fatigados ejércitos
castellanos; este evento constituyó el primer banquete español en tierras americanas.
Universidad Autónoma de Chiapas