Page 149 - Salud y políticas públicas
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SALUD Y ALIMENTACIÓN EN ADULTOS MAYORES RESIDENTES DE CASAS DE REPOSO 149 “¿Qué hago aquí? pues no tengo que hacer hijita, porque mira, me barren, me trapean, me hacen la comida, me tienden la cama…¿pues qué puedo hacer? por eso mis hijos me pusieron aquí…” (Ma- riela, 83 años). “Mira, aquí no hacemos nada, no hay, algo que nos anime a ponernos a hacer algo, así que, pues me la paso aquí, ya si quiero ver la tele, pues veo la tele, o si puedo hacer algo, pues más, que, por ejemplo, vienen las compañeras y se ponen algo de plática y todo eso, pues ya…” (Teresa, 79 años). Respecto al signifcado de la alimentación para las mujeres, se asocia a convivencia social y familiar, celebración, alegría, proyección y reconocimiento social, entre otros elementos. Por el contrario, para los varones, la alimentación se relaciona con supervivencia y convivencia familiar. “Con mi familia y amigas, nos encantaba darnos de recetas de cocina y yo toda la vida hice muchos pasteles, rosca de reyes, hojarascas, empanadas, de todo, lo que hacía lo hacía y bien fácil, les hablaba a todas las conocidas y les decía: “a tal fecha tengo la rosca de reyes… este… y las espero tal día a cierta hora”, entonces, ¡uy!, en un ratito acababa, llegaban todas a la misma hora entraban…” (Pilar, 88 años). “Pues allá en mi casa, la comida era muy variada, había mucha comida. Mis hijos invitaban ami- gos a comer, porque sabían que había mucha carne, mucha sopa, mucha comida, no nos faltaba nada, nada, nada…” (Mariela, 83 años). Al respecto, Núñez (2002) señala que la preparación de comidas se convierte en un ritual, descrito por algunas entrevistadas como una oportunidad de encuentro, participación familiar y complacencia. De acuerdo con un rito, mientras sea sólo imaginario, no saldrá de esa fase del proceso. Una vez que el rito es objetivizado y socializado, como es el caso del ritual de alimenta- ción, se transforma en un producto cultural cargado de historia. Renunciar a la habilidad de cocinar y preparar determinadas comidas para ocasiones especiales, es renunciar a un rito establecido desde muchos años atrás en la vida familiar. “Oh!, que hermosura, es una época hermosa la Navi- dad, a mí me gusta mucho porque es muy alegre, a mí me gusta lo alegre, yo cocinaba pavo, cosas sencillas, ahora ya no” (Hilda, 87 años). Universidad Autónoma de Chiapas