Page 152 - Salud y políticas públicas
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MARÍA NATIVIDAD ÁVILA ORTIZ 152 ANA ELISA CASTRO SÁNCHEZ GERARDO GARZA SEPÚLVEDA “Si vieras qué desesperación me da que no puedo comer pan, no me cae otra comida aunque esté sabrosa y lo que sea, que no sea pan de dulce con café, que es como me gusta más, pero aquí no puedo comer tanto…” (Mónica, 65 años). Los adultos mayores señalaron que en un día típico en la casa de reposo, ellos tienen tres tiempos de comida: desayuno, comida y cena; estas se asocian con las posibilidades económicas que se tienen en la institución, así como de la disponibilidad de alimentos y está constituida por alimentos blandos. Por ejemplo, la alimentación de un día típico, está compuesta de la manera descrita por ellos: “En el desayuno un día de la semana, son, a mi me traen dos hot cake, pero a, las mas grandecitas que yo les dan nomas uno, o con azúcar con diabetes, les dan uno, y con poquita miel nos la traen. Otros días nos, bueno nos traen, atole de avena o de maicena, o café lo que quieras y luego otro día nos dan huevo con poquitos frijolitos por un lado, el huevo revuelto con algo y a veces nos dan, ¿Qué nos dan? Huevos a este, taquitos, taquitos como de papa con chorizo de tortilla de harina, así dos o tres taquitos, chiquitos, y a mediodía nos dan arroz, nos dan poquita lenteja o caldito de verduras, nos dan pollo con ensaladita, con arroz, pollo, pescado, o en la noche nos dan un sándwich o taquitos de harina, o huevo también, con el atole” (Amanda, 72 años). Los adultos mayores señalan que los alimentos que les proporcionan son sufcientes para quedar satisfechos. No obstante, Lozano (2003) señala que la alimentación, no sólo debe ser sufciente, sino que además debe ser equilibrada, puesto que es indispensable para el buen fun- cionamiento del organismo de las personas de edad avanzada y para la recuperación de la salud, el bienestar y calidad de vida. “Yo no me quedo con hambre, nunca, gracias a Dios, dan muy bien de comer, pues te imaginas cuatro tacotes gordotes con todo, le ponen frijoles, le ponen huevo, le ponen papita o de lo que digan o cuatro quesadillas, bastante queso, bastante, entonces quedo muy bien gracias a Dios” (Pilar, 88 años). Universidad Autónoma de Chiapas
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