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inflorescencias afectadas no prenden frutos, la malformación puede reducir grandemente la
producción de fruta.
Los brotes vegetativos también son afectados, y se usan los nombres “bunchy top” y “es-
coba de bruja” para describir la distorsión de estos órganos en algunas áreas (Ploetz, 2001).
Las yemas de los brotes apicales o axilares se deforman y se acortan notablemente en sus
entrenudos. Las hojas se enanizan, y son estrechas, frágiles y curvadas hacia atrás del raquis
principal. Las yemas no se expanden completamente, dando por resultado una apariencia
“arrepollada” de estas partes de la planta. Si todos los brotes en una planta son infectados, ésta
queda achaparrada.
La causa de la malformación o escoba de bruja fue confusa durante muchos años; las
causas sugeridas incluyeron ácaros, problemas nutricionales, desequilibrios hormonales, virus,
fitoplasmas y otros factores desconocidos (Ploetz, 2001). Aunque un agente etiológico fungo-
so ha sido confirmado como agente causal de esta enfermedad por numerosos investigadores
en por lo menos seis diversos países, está claro que varios patógenos están implicados. F. man-
giferae (sins. Fusarium moniliforme y F. subglutinans) es el más común y ampliamente divulgado,
pero por lo menos otras dos especies causan estos síntomas. F. sterilihyphosum en Brasil y Sur-
áfrica, y F. sp. MP I en Brasil. En México, un cuarto taxón que está cercanamente relacionado
con F. sp. MP I puede ser el responsable (Rodríguez-Alvarado et al., 2006).
La diseminación de esta enfermedad a través de largas distancias se da por el movimiento
de materiales de vivero infectados. En el caso de distancias más cortas, el ácaro de la yema del
mango puede vectorear al patógeno y facilitar la infección vía sus actividades de alimentación en
las células epidérmicas de los brotes florales y vegetativos. F. mangiferae tiene una distribución
altamente localizada dentro de los árboles de mango malformados (Ploetz, 1994), y las infeccio-
nes pueden permanecer latentes por largos periodos antes de que se desarrollen los síntomas.
Universidad Autónoma de Chiapas