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526 Frutas del trópico
El mesocarpio es dulce, carnoso, de color naranja a rojo, con pequeñas cantidades de
látex cuando esta inmadura (García et al., 2007). Pennington y Sarukhán (1998), reportan que
el peso del fruto de mamey se distribuye como sigue: 18% en cáscara, 62% en mesocarpio
y 20% en semilla.
La semilla es elipsoide hasta de 10 cm de largo por 6 cm de ancho, comprimida lateral-
mente y aguda en sus extremos. Su testa es brillante, coriácea y lisa, de color negro o café
oscuro, y cubre las dos terceras partes de la superficie de la semilla; el otro tercio está cubierto
por el hilio de color blanco-amarillento. El embrión carece de endospermo, y los dos cotile-
dones son muy desarrollados y oleaginosos (Toral-Jarquín, 1988).
Importancia y usos
El zapote mamey es una de las más deliciosas y aceptables frutas del hemisferio occidental, aun-
que en muchas regiones es relativamente desconocida. En Florida, EE.UU., ha sido introducida
y sembrada probablemente desde hace 100 años y recientemente incrementada por la cultura
cubana y los migrantes centroamericanos (Morera, 1992; Pennington y Sarukhán, 1998).
En Florida, EE.UU., existe una industria pequeña pero estable, donde el producto co-
mercializado es la pulpa deshidratada y cuyo precio promedio llega hasta los 22.04 dólares
por kg (Morera, 1992; Balerdi et al., 1996). Por otra parte, Mossler y Neshiem (2002) men-
cionan que éste cultivo en Florida EE.UU. genera aproximadamente entre 1.5 a 4 millones
de dólares anuales.
En cuanto a sus características organolépticas y nutritivas, aporta vitaminas, sales, carbo-
hidratos, etcétera, los cuales favorecen la digestión (Casas-Alencaster, 1977). En el Cuadro 1
se detalla el contenido nutrimental del zapote mamey.
Universidad Autónoma de Chiapas