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EL LENGUAJE COTIDIANO DE LOS ESTUDIANTES
                                                             UNIVERSITARIOS, DESDE LAS VOCES DE SUS ACTORES       77






           las, bolamen (testículos), chocho, conejo, chichi, agujero, almeja, alcancía (vulva). Lo que más
           abunda son las denominaciones de la cabeza: azotea, bola, calabaza, chola, coco, melón, olla,

           pelota, tarro, chimenea, cebolla, etc.

                Al hablar de algunas necesidades fisiológicas se recurre a expresiones de carácter esca-

           tológico como giñar, lanzar o echar lastre (defecar), tirarse un chusco (expulsar gases), potar,

           echar la pota (vomitar), chorrada (meada), cambiar el agua a las aceitunas, al canario, a las

           castañas, a los garbanzos (orinar), etc.

                Otro aspecto de la realidad donde se encuentran palabras y expresiones jergales es la

           relativa al dinero. Al dinero mismo se le llama guita, chapa, lata, manteca, parné, pasta, tela, a

           los billetes, papeles o pápiros. Ya han perdido su actualidad las palabras de la época de la peseta
           que se usaban para referirse a la peseta (leandra, pela, púa, rubia, calandria), para designar los

           distintos tipos de billetes (talego, sábana, lechuga, gamba, libra), monedas (chocolatina, pavo,

           tejo, guil), cantidades de dinero (kilo).

                Del área temática de la actividad intelectual son las variantes de la acción de “pensar” o de

           “darle vueltas a una cosa”: comerse el coco, comerse el tarro, darle al coco, jamarse el coco,

           estrujarse el melón.

                Con la actividad mental deficiente están relacionadas las expresiones patinarle a uno las
           neuronas (tener confusión mental, decir incongruencias), cruzársele a uno los cables (blo-

           queársele la mente, equivocarse, desvariar), írsele a uno la bola (no comprender lo que se

           oye, no reaccionar), dar la venada (tener un ataque de locura), no empanarse, no coscarse

           (no comprender, no darse cuenta), las formas sustantivadas cacao mental y empanada mental

           (confusión mental), patine o patinaje de neuronas, cruce de cables.

                Para decir que una persona tiene poca capacidad mental se usan tener poca sesera, cerra-

           do de mollera, ser un panoli, decir paridas.








                                                              Universidad Autónoma de Chiapas
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