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LISBER FARRERA REYES 256 MARÍA LUISA TREJO SIRVENT emergiendo en las comunidades indígenas bilingües a través del mundo digital. Y la biliteracidad es parte de la realidad de muchos contextos locales en México. Desde el entorno educativo bilingüe, no hay acuerdos sobre cómo nombrar a las lenguas si nativa, materna, primera lengua (L1) o segunda lengua (L2). Pueden ser de comunicación (al servir como recurso social y comunicativo) o de instrucción (al ser utilizada como medio para desarrollar el currículum educativo). Esto ha originado debates que no son el objetivo de esta investigación; sin embargo se aclara que se utiliza el término de lengua materna como referencia a la lengua originaria de los estudiantes, la lengua que hablan cotidianamente en el seno familiar y como se- gunda lengua, a la lengua utilizada por los estudiantes en el sistema educativo (Pattanayak, 2003). El término de biliteracidad, también alude a las prácticas situadas de lectura y escritura en dos idiomas, Vaish (2008) señala, que en la literatura lingüística se prefere el término de bilitera- cidad a literacidad bilingüe. En esta investigación el constructo de biliteracidad es utilizado como, posicionamiento teórico metodológico que implica seguir con la perspectiva de los NEL de situar las prácticas de lectura y escritura en un contexto determinado, así como, el uso de diferentes artefactos culturales que sirven de mediación a estas prácticas sociales. Los artefactos culturales en la biliteracidad, también son multimodales y pueden de acuerdo con Vaish, ser biletrados o híbridos. Como ejemplo están los murales y letreros de las calles, los anuncios publicitarios, algunos libros de textos, etc. su esencia radica en combinar uno o más idio- mas o maneras de ver el mundo en diferentes culturas, que implica signos y representaciones sim- bólicas. Vaish hace una diferencia entre textos biletrados e híbridos. Señala que los híbridos son de creación propia o personal en las prácticas de biliteracidad, que son frecuentes en la vida cotidiana y no se rigen estrictamente por cánones académicos y tienen una fnalidad extraescolar. Hace alusión a cambios de códigos lingüísticos sin adscribirse a las normas, fuyendo de manera natural, como lo hacen en la oralidad las personas bilingües, además de ser subcategorías de los textos biletrados. El texto biletrado está más conectado con la vida escolar y las normas establecidas para determinados códigos lingüísticos. Su hibridez característica del aprendizaje autónomo de los estudiantes, no está totalmente desterrada, como cuando los estudiantes toman notas personales de clase en la segunda lengua, con acotaciones en su lengua materna, también. Universidad Autónoma de Chiapas